lunes, 16 de julio de 2012

Las rotaciones

I'm trying to find my way back...






El primer hospital.

Llegas. (Todo un logro si eres provinciano)
El primer día te presentas, todo mundo te recibe de forma amable, tratas de entender el funcionamiento del lugar, de encontrar tu lugar en el engranaje. Eso requerirá probablemente la energía y atención de un par de días. Ya después de calentar, empiezas a integrarte al día a día del hospital, a aprender lo que este tiene para enseñarte.
Una cosa muy valiosa a mi parecer, y que no se puede aprender en ningún libro es conocer o inferir el como piensan otras personas,  el tratar de entender su forma única de ver el mundo.Una situación muy interesante. Como ya lo he apreciado en otras ocasiones, cada cabeza es un mundo. Y cada mundo es una oportunidad de evaluar el propio y reafirmar las creencias albergadas en nuestra cabeza.

El distrito federal


Decir ciudad es quedarse corto, un bello caos sería una descripción más adecuada. Ofrece a todos, literalmente a todos (mares de gente), la ocasión de encontrar cualquiera que sea la llama que corre en tus venas, expresada en su máximo esplendor . Si eres músico, en él encontrarás la belleza de las sonatas más hermosas que se han compuesto, y curiosamente encontraras justo a lado de esa belleza el ruido más ofensivo para tus oídos (contraste, señor contraste).

En el área médica, creo que encontramos el ejercicio más cutting edge de la especialidad médica que desees, las subespecialidades y áreas de interes que te imagines (y las que no te imaginas también, -nuestras mentes campiranas-). Es como entrar a una dulcería y encontrar los chocolates más exquisitos que se puedan degustar. Solo no olvides, que tanta azucar te mata (risa). Realmente fascinante.

Lo que me ha llegado a preocupar, (por que soy de la idea que siempre hay que tener algo de que preocuparse) es que en la punta de lanza, los valores más básicos sobre los que se ha construido la medicina son más fáciles de olvidar. Y en ocasiones parece que se hacen mil cosas y que lo menos importante son los pacientes. No siempre, pero si es fácil perder de vista la balanza invasivo/compasivo en el quehacer médico.